¿Qué es una norma ISO y para que se utiliza?

Que es una norma ISO

Lo más importante antes de comenzar con la implementación de cualquier norma ISO, será conocer que es una norma ISO y para que se utiliza. La International Standarization Organization (ISO) es la entidad internacional que se encarga de favorecer las normas de fabricación, comercio y comunicación en todo el mundo. Tiene sede en Ginebra, es una federación de organismos nacionales entre los que se incluye INACAL en Perú.

Entre las normas más utilizadas se encuentran las que se refieren a las medidas del papel ISO 216, los nombres de las lenguas ISO 639, los sistemas de calidad ISO 9001, los de gestión ambiental ISO 14001, etc. Existen otras muy curiosas como la ISO 5775 para marcar los neumáticos y las llantas de las bicicletas, la ISO 9660 para sistemas de archivos e ISO 7810 para definir el estándar internacional de las tarjetas de identificación electrónica tipo Visa.

Como recoge la RAE, una norma es una regla que se debe seguir para ajustar las conductas, tareas, actividades, etc. Una norma, por lo tanto, es una fórmula que posee un valor de regla y que tiene que definir las características que deben tener todos los productos y servicios, siendo compatibles entre sí para poder ser utilizados a nivel internacional.

Las normas ISO establecen un valor indicativo y de guía. Su utilización es cada vez mayor y existe un gran interés en seguir las normas que están disponibles porque desde el punto de vista económico se reducen los costos, el tiempo y el trabajo. Resulta muy importante matizar que las normas ISO son voluntarias, por lo que no son leyes, pero sí que la ley puede llegar a exigir que se implante alguna norma ISO en el caso de algún sector concreto.

Entre todos los beneficiados con las certificaciones de #normasISO se encuentran los gobiernos

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Se debe concretar mucho más comprender la importancia que presentan las normas ISO y conocer todas sus prioridades y su finalidad, es decir, para que se crearon. Lo más importante es conocer que las normas ISO fueron creadas para ofrecer una orientación, coordinación, simplificación y unificación, además de reducir los costos e incrementar la eficacia, estandarizar todas las normas de productos y servicios para las empresas internacionales, es decir, las normas que se implanten en cada uno de los países deben ser homogéneas para que todos los productos se puedan comparar entre sí. Lo que se pretende conseguir es que las normas ISO sean un elemento único en cuanto a la importancia que tienen la relaciones de confianza entre los clientes y los proveedores.

Entre todos los beneficiados con las certificaciones se encuentran los gobiernos, las industrias y los consumidores. A continuación podemos ver los motivos:

Para los gobiernos, la certificación asegura que todos los bienes y servicios cumplen con los requisitos obligatorios que se relacionan con la seguridad, salud, medio ambiente, etc. Además, sirve como medio de control del comercio exterior que se realiza con otros países.
De igual forma es una herramienta para la evaluación de los proveedores en todos los procesos contractuales y para verificar que el bien adjudicado en un proceso licitatorio cumple con todos los requisitos establecidos en los pliegos de condiciones.
Para el sector industrial, la certificación le facilita que se demuestre su cumplimiento con los requisitos que se establecen en los acuerdos contractuales o que establecen parte de sus obligaciones legales, mientas que para el consumidor la certificación facilita la identificación de productos o servicios que cumplen con los requisitos, o proveedores fiables.

Llegados a este punto, es evidente que se puede afirmar que cualquier certificado que se acredite en nuestra organización se encuentra implantada alguna norma ISO nos abrirá muchas puertas a otros mercados, tanto nacionales como internacionales. Aunque las normas ISO no se caracterizan por ser obligatorias, por lo que pueden generar un valor añadido a nuestra organización.

Las normas ISO no son vinculantes, es decir, no se promulgan para establecer su obligado cumplimento, o al menos no a priori, dejando en manos de otros organismos la elección de dictaminar leyes en consonancia con las mismas, y es decisión de las organizaciones su libre compromiso a adoptarlas.

No se encuentran respaldas, por ningún tipo de autoridad legal que obligue a su implantación, aunque su adopción por parte de la industria aporta un valor añadido que es incuestionable en todas sus actividades y procesos, además de los productos y servicios que ser comercializan.

Aunque implementarlas supone un elevado coste para las organizaciones e implica un gran esfuerzo y compromiso por las regulaciones por parte de las organización que decidan adoptarlas, los beneficios que reportan a las organizaciones que deciden implementarla, se ven a medio y largo plazo que son perfectamente constatables y comprobables, se ofrece una gran tasa de retornos en la inversión llevada a cabo, y genera muchas oportunidades para obtener una ventaja competitiva frente a la competencia.

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